Esta vez os traigo la floración de esta bonita orquídea. Se trata de una Phalaenopsis Mini Mark. Muchos piensan que es una phalaenopsis botánica, pero en realidad resulta ser una phalaenopsis híbrida, resultante de un cruce entre una Phalaenopsis Micro Nova (P. maculata x P. parishii) y entre una Phalaenopsis philippenense.
Es una phalaenopsis de talla pequeña, de flores muy bonitas y de fácil cultivo. Adquirí esta preciosidad en la exposición de orquídeas que se hizo en Bordeaux (Francia) en octubre del año 2007. Se la compré a Nardotto e Capello, vendedores/productores italianos, que tienen unas orquídeas grandes, fuertes y sanas. Nada más verla en el stand me quedé fascinado por su flor. Además traía una vara en flor y otra vara que venía en curso.
Después de disfrutar de su floración durante varios meses y cuando llegaron los meses calurosos, la saqué al exterior, junto a las demás orquídeas. Mientras que la mayoría de las demás, las dejo expuestas a las inclemencias del tiempo, las phalaenopsis las meto en un invernadero pequeñito de esos de tres baldas, pues como vivo en una zona muy lluviosa, así controlo mejor sus riegos.
A finales de verano, al ir introduciendo las orquídeas al interior de nuevo, mi Phalaenopsis Mini Mark la monté en corcho, pues desde que la adquirí estaba en maceta. Cuál sería mi sorpresa cuando al ir a montarla me di cuenta de su incipiente vara. Era diminuta, pero ya se notaba que no era raíz sino vara… Así y todo, he tenido que esperar cinco meses para disfrutar de su floración, pero ha merecido la pena.
En cuanto a las condiciones de cultivo que le doy son las siguientes: Es una orquídea a la que no le dejo que le baje la temperatura de 15ºC (alguna vez que otra baja más, pero dejo el sustrato bien seco). Durante el verano, tiene una temperatura entre 20/25ºC, teniendo picos de 30ºC algunas veces, que aguanta si se le suministra un extra de humedad ambiental. Al estar montada en corcho los riegos son más frecuentes que al estar en maceta. En general, las raíces de las phalaenopsis deben estar secas antes de volver a regarlas. Esto se controla mucho mejor cuando están montadas y es más difícil llegar a la pudrición de las raíces por riegos excesivos.
En invierno tengo casi todas mis orquídeas en mi buhardilla-orquideario; allí la temperatura no desciende de los 15º, con una humedad ambiental entre un 60 y un 70º%. En esta estación, la riego cada dos o tres días. En cada riego añado siempre un poco de abono (con dosis muy bajas al ser los riegos continuos), en mi caso suelo alternar con un abono de floración –rico en potasio- (10-30-20), un abono de crecimiento –rico en nitrógeno- (30-10-10) y un abono balanceado (20-20-20). También añado con todos los riegos, unas gotitas de superthrive al agua de riego. La tengo ubicada en un sitio donde recibe luz, pero no sol directo, aunque no me preocupa que le toquen los rayos solares invernales, en mi zona, no calientan mucho, y no tengo peligro de tener quemaduras en las hojas .
En verano, la ubico en un sitio resguardado de los rayos directos del sol. Los riegos son diarios. Con las temperaturas que hace en verano, el agua se evapora enseguida y prácticamente el musgo está ya seco por la tarde. Tengo mucho ojo en aplicar venero para caracoles, babosas… pues si no, enseguida atacan las hojas, raíces y varas incipientes. Con aplicarlo, en mi caso cada 15 días, es suficiente.
Espero que os guste